viernes, 28 de diciembre de 2018





LOS CORRALEROS DE MAJAGUAL




PROGRAMA RADIAL "LA VIEJA DISCOTECA"
RITMO 100.9 FM TUCUPITA-DELTA AMACURO
PRODUCIDO Y CONDUCIDO POR FRANCYS DE DELLAN y ERMILO DELLAN

TODOS LOS DOMINGOS A PARTIR DE LAS 12M

LOS CORRALEROS DE MAJAGUAL


Nuestro invitado del programa de hoy, Domingo 30 de septiembre de 2018, fue uno de los grupos que recorrió y exploró todas las expresiones folclóricas de la música tropical colombiana, incluyendo algunas expresiones caribeñas y urbanas, llegando incluso a incursionar con la salsa. Para Colombia fue una revolución total y países como Panamá y Venezuela fueron invadidas por su música.
En todo su trabajo se han destacado dos ritmos: el primero es el género corralero, que parte del porro. En él, los fundadores de la agrupación fusionaron la guacharaca, la conga y un bajo –que en ese tiempo se hacía con un guitarrón mexicano–, y crearon toques de porro muy especiales, además de un acordeón al estilo sabanero, sin acordes. El segundo es el guararé, originario de Panamá y que en esa región recibe el nombre de pindín, destacándose por ser caliente, armonioso y bastante bailable.
El grito que marcó una identificación de los Corraleros, “nos fuimos”, salió de una grabación en la que había problemas para terminar un tema; hicieron un receso y al regresar Chico Cervantes gritó “nos fuimos”, y quedó grabado y desde entonces lo utilizaron.
Se especializan en música de la sabana rescatando el folclor de departamentos como Bolívar, Córdoba, Atlántico y Magdalena. Por eso el porro, la cumbia, el paseaito, el fandango, el bullerengue, la cumbiamba y la gaita no podían ni pueden faltar en sus repertorios.  
Se trata de LOS CORRALEROS DE MAJAGUAL.
Relata el compositor y director artístico ISAAC VILLANUEVA, que en el año 1961, se unieron CALIXTO OCHOA y ALFREDO GUTIERREZ y constituyeron un grupo para presentarlo a la empresa disquera colombiana DISCOS FUENTES. “Toño Fuentes”, el director de Discos fuentes les dio la idea a los músicos  para que se consolidaran como un grupo en vez de ser Alfredo Gutiérrez  y su conjunto o Chico y su conjunto. Les dio el ejemplo de la Sonora Matancera y el de la agrupación que hizo Pedrito Alterque en 1912 que se llamaba Los Corraleros de Astillón, asegurándoles que uniéndose en bloque ganarían más plata y tocarían por todo el mundo.

El nombre de la agrupación salió de la reunión en la que tuvo lugar la unión y consolidación de la identidad. Se llamaron Corraleros porque ello está enmarcado en las corralejas de Sincelejo, y Majagual porque es el símbolo de las corralejas de la Plaza de Majagual.

La agrupación nace oficialmente en Octubre de 1960, cuando un grupo de notables y excelentes músicos, quienes venían en su mayoría de las bandas que amenizaban las corralejas en Sincelejo, invitados por Antonio “Toño” Fuentes de la casa disquera “Discos Fuentes”, graban el porro MAJAGUAL,  el cual sería la inspiración para el nombre de la orquesta.

ALFREDO GUTIÉRREZ fue su primer Director hasta el año 1966, cuando cedió el puesto al también conocido compositor y cantante colombiano LISANDRO MEZA. Este constituye el periodo más importante y conservador de la carrera de los Corraleros, que en lo musical se mantiene fiel al folklore sabanero y el sonido tradicional de las bandas de viento. Uno de los temas más destacado de este lapso fue PALOMA GUARUMERA.

En el año 1962, la agrupación presenta su primera producción musical con grabaciones en las voces de Eliseo Herrera, César Castro, Lucho Argaín, Julio Erazo, Nacho Paredes y Tony Zúñiga. Alfredo Gutiérrez, Calixto Ochoa, César Castro y Lisandro Meza –ingresó más tarde–, además de cantantes líderes, fueron acordeoneros de la agrupación.

Según el repertorio, el sabor y el sonido que se le quería brindar al grupo, Antonio Fuentes escogía los vocalistas y músicos que entrarían a la grabación en determinada producción, y les entregaba la responsabilidad de los arreglos musicales a maestros como Manuel Cervantes y “Chelo” Cáceres.
Fue así como surgieron éxitos de la talla de Majagual -publicado en el primer larga duración en 1961 y nuevamente grabado por Alfredo Gutiérrez y César Castro en 1963-, Paloma guarumera -grabada en la voz de Alfredo Gutiérrez en 1963-, además de El molinillo, El pájaro picón y La adivinanza -de Eliseo Herrera en el mismo año-.
Luego aparecieron temas como El pasmao de César Castro en 1965; Charanga, Los sabanales, El espejo del chinito y El ascensor, interpretados por Calixto Ochoa en 1966 y 1967; La resbalosa, con la voz de Tony Zúñiga en 1966; Hace un mes, con Lisandro Meza en 1967, y El vampiro, La bonga, La burrita, La mafafa, con Eliseo Herrera en 1965, 1966 y 1968.
A partir de 1966, con Lisandro Meza en el acordeón y el famoso salsero Fruko, en los timbales, el grupo toma un nuevo rumbo en el sonido, haciéndolo más internacional, mas bailable y con una fuerte influencia de la salsa, debido en parte, a los viajes de la agrupación a Nueva York, alejándose un poco de lo corralero que ellos mismos ayudaron a crear tiempo atrás.
Este nuevo rumbo los hace mas fuertes a nivel internacional, compitiendo con orquestas como la Billos, la Orquesta de Pérez Prado, la de Lucho Bermúdez.
Para mediados de los 70, el hecho de contar la agrupación con tantas estrellas y con conjuntos exitosos aparte de los Corraleros, esto hace que la orquesta sea económicamente descabellada contratarla para presentarla en conciertos, por lo que el trabajo se limitó solo a la producción discográfica, Se procedió con la grabación de algunos temas que continuaron imponiéndose en el gusto popular de América pero al no tener el grupo ninguna presentación la orquesta murió. También existió la persecución de otras compañías fonográficas que ofrecieron cielo y tierra con tal de que les hicieran una o dos producciones, pues manejando la misma línea musical de Los Corraleros se aseguraba el éxito. Luego, de la agrupación fue quedando para ciertas presentaciones un reducto de músicos que ya no eran Los Corraleros.

En el año 1978, la orquesta, después de unos años de inactividad, se reagrupa bajo la dirección de ARMANDO HERNANDEZ, acordeonero y vocalista, uno de los más fuertes exponentes de la música tropical colombiana; periodo que se denominó como “PERIODO DE ARMANDO”. Surgió una nueva etapa musical. Estaban nuevamente en los estudios dispuestos a reivindicar la fama de otros tiempos y a fe que lo lograron pues impusieron títulos como Culebra cascabel, Caracol, Cigarrón colorao, Tingo al tango, Tres puntá, La sampa, La yerbita, El tamarindo y Tres tigres –Eliseo Herrera–; El azulejo, Caballo viejo y Ocho días –Armando Hernández–; El calabacito, El mosquito, La india motilona, Playas marinas, Rebrundisio, Remangá y La ombligona –Calixto Ochoa–; El disfraz y Mango verde –Lisandro Meza–; El mechón de Tony Zúñiga; Festival en Guararé –Alfredo Gutiérrez–; La pollera colorá de Chico Cervantes; Mono colorao con Lucho Argaín, y No me busques de César Castro.

Para los años ochenta y en los posteriores los protagonistas de esta historia algunos habían fallecido y los sobrevivientes tenían diversos compromisos profesionales. En 1988, el empresario barranquillero Marcos Barraza reunió a las más importantes figuras, que construyeron el nombre de Los Corraleros de Majagual. El reencuentro tuvo un gran impacto entre los seguidores de esta agrupación, pero fue transitorio. En la nómina de este reencuentro sólo se mantuvieron Calixto Ochoa y Eliseo Herrera. En ese momento buscaron el reemplazo de Alfredo Gutiérrez y fue cuando a Marcos Barraza se le ocurrió que los hijos de Gutiérrez lo podían reemplazar. En 1990, empezaron las giras en todo el país y luego los compromisos internacionales, primero a Venezuela y a Los Estados Unidos.
En 1994 se retiró del grupo Calixto Ochoa y al frente de la orquesta quedaron Eliseo Herrera y los hijos de Alfredo Gutiérrez. En 1996 Eliseo Herrera, por problemas de salud también se retiró del grupo, lo mismo hizo Chico Cervantes en 1997 y Tony Zúñiga en 1999. Entonces los hijos de Alfredo Gutiérrez, Dino, Walfredo y Alfredo Gutiérrez, hijos del legendario Alfredo Gutiérrez, llamaron a figuras nuevas como Andy Rico y Jaime Zapata, quienes hoy son los que conforman la nueva generación de Los Corraleros de Majagual.
Se considera que el mayor logro de esta agrupación musical, según sus seguidores, como el cantante CARLOS VIVES, ha sido llevar la cumbia de Colombia a todo el continente, lo que da un valor al hecho de que hoy, después de medio siglo de su creación, se mantenga viva la orquesta como la más grande institución del folklore en Colombia y una de las más importantes de América Latina.

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