LOS CORRALEROS DE MAJAGUAL
PROGRAMA RADIAL "LA VIEJA DISCOTECA"
RITMO 100.9 FM TUCUPITA-DELTA AMACURO
PRODUCIDO Y CONDUCIDO POR FRANCYS DE DELLAN y ERMILO DELLAN
TODOS LOS DOMINGOS A PARTIR DE LAS 12M
LOS
CORRALEROS DE MAJAGUAL
Nuestro
invitado del programa de hoy, Domingo 30 de septiembre de 2018, fue uno de los
grupos que recorrió y exploró todas las expresiones folclóricas de la música
tropical colombiana, incluyendo algunas expresiones caribeñas y urbanas,
llegando incluso a incursionar con la salsa. Para Colombia fue una revolución
total y países como Panamá y Venezuela fueron invadidas por su música.
En
todo su trabajo se han destacado dos ritmos: el primero es el género corralero,
que parte del porro. En él, los fundadores de la agrupación fusionaron la
guacharaca, la conga y un bajo –que en ese tiempo se hacía con un guitarrón
mexicano–, y crearon toques de porro muy especiales, además de un acordeón al
estilo sabanero, sin acordes. El segundo es el guararé, originario de Panamá y
que en esa región recibe el nombre de pindín, destacándose por ser caliente,
armonioso y bastante bailable.
El
grito que marcó una identificación de los Corraleros, “nos fuimos”, salió de
una grabación en la que había problemas para terminar un tema; hicieron un
receso y al regresar Chico Cervantes gritó “nos fuimos”, y quedó grabado y
desde entonces lo utilizaron.
Se
especializan en música de la sabana rescatando el folclor de departamentos como
Bolívar, Córdoba, Atlántico y Magdalena. Por eso el porro, la cumbia, el
paseaito, el fandango, el bullerengue, la cumbiamba y la gaita no podían ni
pueden faltar en sus repertorios.
Se
trata de LOS CORRALEROS DE MAJAGUAL.
Relata el compositor y
director artístico ISAAC VILLANUEVA, que
en el año 1961, se unieron CALIXTO OCHOA
y ALFREDO GUTIERREZ y constituyeron un grupo para presentarlo a la empresa
disquera colombiana DISCOS FUENTES. “Toño
Fuentes”, el director de Discos fuentes les dio la idea a los músicos
para que se consolidaran como un grupo en vez de ser Alfredo Gutiérrez
y su conjunto o Chico y su conjunto. Les dio el ejemplo de la Sonora
Matancera y el de la agrupación que hizo
Pedrito Alterque en 1912 que se llamaba Los Corraleros de Astillón,
asegurándoles que uniéndose en bloque ganarían más plata y
tocarían por todo el mundo.
El nombre de la agrupación salió de la
reunión en la que tuvo lugar la unión y consolidación de la identidad. Se
llamaron Corraleros porque ello está enmarcado en las corralejas de Sincelejo,
y Majagual porque es el símbolo de las corralejas de la Plaza de Majagual.
La agrupación nace
oficialmente en Octubre de 1960, cuando un grupo de notables y excelentes
músicos, quienes venían en su mayoría de las bandas que amenizaban las
corralejas en Sincelejo, invitados por Antonio “Toño”
Fuentes de la casa disquera “Discos Fuentes”, graban el porro MAJAGUAL, el cual sería la inspiración para el nombre de
la orquesta.
ALFREDO GUTIÉRREZ fue su
primer Director hasta el año 1966, cuando cedió el puesto al también conocido
compositor y cantante colombiano LISANDRO
MEZA. Este constituye el periodo más importante y conservador de la carrera
de los Corraleros, que en lo musical se mantiene fiel al folklore sabanero y el
sonido tradicional de las bandas de viento. Uno de los temas más destacado de
este lapso fue PALOMA GUARUMERA.
En el año 1962, la
agrupación presenta su primera producción musical con grabaciones en las voces de Eliseo Herrera, César
Castro, Lucho Argaín, Julio Erazo, Nacho Paredes y Tony Zúñiga. Alfredo
Gutiérrez, Calixto Ochoa, César Castro y Lisandro Meza –ingresó más tarde–,
además de cantantes líderes, fueron acordeoneros de la agrupación.
Según el repertorio, el sabor y el sonido que se le
quería brindar al grupo, Antonio Fuentes escogía los vocalistas y músicos que
entrarían a la grabación en determinada producción, y les entregaba la
responsabilidad de los arreglos musicales a maestros como Manuel Cervantes y
“Chelo” Cáceres.
Fue así como surgieron éxitos de la talla de Majagual
-publicado en el primer larga duración en 1961 y nuevamente grabado por Alfredo
Gutiérrez y César Castro en 1963-, Paloma guarumera -grabada en la voz de
Alfredo Gutiérrez en 1963-, además de El molinillo, El pájaro picón y La
adivinanza -de Eliseo Herrera en el mismo año-.
Luego aparecieron temas como El pasmao de César Castro en 1965; Charanga, Los sabanales, El espejo del chinito y El ascensor, interpretados por Calixto Ochoa en 1966 y 1967; La resbalosa, con la voz de Tony Zúñiga en 1966; Hace un mes, con Lisandro Meza en 1967, y El vampiro, La bonga, La burrita, La mafafa, con Eliseo Herrera en 1965, 1966 y 1968.
Luego aparecieron temas como El pasmao de César Castro en 1965; Charanga, Los sabanales, El espejo del chinito y El ascensor, interpretados por Calixto Ochoa en 1966 y 1967; La resbalosa, con la voz de Tony Zúñiga en 1966; Hace un mes, con Lisandro Meza en 1967, y El vampiro, La bonga, La burrita, La mafafa, con Eliseo Herrera en 1965, 1966 y 1968.
A partir de 1966, con Lisandro Meza en el acordeón y
el famoso salsero Fruko, en los
timbales, el grupo toma un nuevo rumbo en el sonido, haciéndolo más
internacional, mas bailable y con una fuerte influencia de la salsa, debido en
parte, a los viajes de la agrupación a Nueva York, alejándose un poco de lo
corralero que ellos mismos ayudaron a crear tiempo atrás.
Este nuevo rumbo los hace mas fuertes a nivel
internacional, compitiendo con orquestas como la Billos, la Orquesta de Pérez
Prado, la de Lucho Bermúdez.
Para mediados de los 70, el hecho de contar la
agrupación con tantas estrellas y con conjuntos exitosos aparte de los
Corraleros, esto hace que la orquesta sea económicamente descabellada
contratarla para presentarla en conciertos, por lo que el trabajo se limitó
solo a la producción discográfica, Se procedió con la grabación de algunos
temas que continuaron imponiéndose en el gusto popular de América pero al no
tener el grupo ninguna presentación la orquesta murió. También existió la
persecución de otras compañías fonográficas que ofrecieron cielo y tierra con
tal de que les hicieran una o dos producciones, pues manejando la misma línea
musical de Los Corraleros se aseguraba el éxito. Luego, de la agrupación fue
quedando para ciertas presentaciones un reducto de músicos que ya no eran Los
Corraleros.
En el año 1978, la orquesta,
después de unos años de inactividad, se reagrupa bajo la dirección de ARMANDO HERNANDEZ, acordeonero y
vocalista, uno de los más fuertes exponentes de la música tropical colombiana;
periodo que se denominó como “PERIODO DE ARMANDO”. Surgió una nueva etapa musical. Estaban nuevamente en
los estudios dispuestos a reivindicar la fama de otros tiempos y a fe que lo
lograron pues impusieron títulos como Culebra cascabel, Caracol, Cigarrón
colorao, Tingo al tango, Tres puntá, La sampa, La yerbita, El tamarindo y Tres
tigres –Eliseo Herrera–; El azulejo, Caballo viejo y Ocho días –Armando
Hernández–; El calabacito, El mosquito, La india motilona, Playas marinas,
Rebrundisio, Remangá y La ombligona –Calixto Ochoa–; El disfraz y Mango verde
–Lisandro Meza–; El mechón de Tony Zúñiga; Festival en Guararé –Alfredo
Gutiérrez–; La pollera colorá de Chico Cervantes; Mono colorao con Lucho
Argaín, y No me busques de César Castro.
Para los años ochenta y en los posteriores los
protagonistas de esta historia algunos habían fallecido y los sobrevivientes
tenían diversos compromisos profesionales. En 1988, el empresario
barranquillero Marcos Barraza reunió a las más importantes figuras, que
construyeron el nombre de Los Corraleros de Majagual. El reencuentro tuvo un
gran impacto entre los seguidores de esta agrupación, pero fue transitorio. En
la nómina de este reencuentro sólo se mantuvieron Calixto Ochoa y Eliseo
Herrera. En ese momento buscaron el reemplazo de Alfredo Gutiérrez y fue cuando
a Marcos Barraza se le ocurrió que los hijos de Gutiérrez lo podían reemplazar.
En 1990, empezaron las giras en todo el país y luego los compromisos
internacionales, primero a Venezuela y a Los Estados Unidos.
En 1994 se retiró del grupo Calixto Ochoa y al frente
de la orquesta quedaron Eliseo Herrera y los hijos de Alfredo Gutiérrez. En
1996 Eliseo Herrera, por problemas de salud también se retiró del grupo, lo
mismo hizo Chico Cervantes en 1997 y Tony Zúñiga en 1999. Entonces los hijos de
Alfredo Gutiérrez, Dino, Walfredo y Alfredo Gutiérrez, hijos del legendario
Alfredo Gutiérrez, llamaron a figuras nuevas como Andy Rico y Jaime Zapata,
quienes hoy son los que conforman la nueva generación de Los Corraleros de
Majagual.
Se considera que el mayor logro de esta agrupación
musical, según sus seguidores, como el cantante CARLOS VIVES, ha sido llevar la
cumbia de Colombia a todo el continente, lo que da un valor al hecho de que
hoy, después de medio siglo de su creación, se mantenga viva la orquesta como
la más grande institución del folklore en Colombia y una de las más importantes
de América Latina.
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